sábado, 2 de julio de 2016

Sumi-e


¿Qué es el sumi-e?

A grandes rasgos, es una técnica pictórica japonesa cuyo nombre significa literalmente tinta (sumi) - dibujo (e), que consiste en representar elementos de la naturaleza reduciéndolos a su esencia, y que necesita de algunos elementos básicos para su ejecución: tinta china y agua, pincel, y papel de arroz.

Ciruelo. 2016.

Pino. 2016.


¿Por qué el sumi-e?

Siempre he pensado que seré eterna-alumna. Porque necesito aprender como necesito leer o escribir. Me gusta escuchar al profesor apasionado por la materia, apuntar en un cuaderno en blanco nuevas ideas, técnicas, recetas, probar cosas diferentes, retar-me, y sobre todo disfrutar.
El verano pasado el Museo de Zaragoza ofreció, con motivo de la semana de Japón, un curso de tres días: sumi-e, decoración de abanicos y caligrafía japonesa. Me enteré por casualidad, casi por accidente, pero no lo dudé un instante, e hice bien. Me enamoré. De la técnica, de los materiales. La profesora Kumiko Fujimura nos enseñó y transmitió la esencia de oriente con su paciencia y buen hacer, la estética del arte oriental y su filosofía. Así que en cuanto supe que Kumiko impartía cursos anuales por medio de la Asociación Cultural Aragón-Japón, me apunté sin pensarlo dos veces. Y es de lo mejor que he hecho este año. Y el que viene y al otro... mientras se pueda. Porque el sumi-e es adictivo, engancha.


Caqui. 2016.

Montañas. 2016.


¿Cómo?

Espalda recta, pies en el suelo, pincel vertical u horizontal, húmedo o seco, la tinta, y un trazo preciso y controlado sobre el papel. El primero sale tembloroso. Hacen falta decisión y concentración. No es posible borrar ni rectificar. No hay dibujo previo. Es un tirarse de cabeza al papel en blanco, un dejar que fluya. Espontaneidad, sencillez, naturaleza y vida. Negro, gris y espacio vacío. Es tanta la atención sobre el papel, el pincel, la tinta, la cantidad de agua, que lo demás desaparece. No hay nada alrededor. El dibujo, el pincel y yo. Horas que vuelan. Y obras imperfectas, que no quiere decir fallidas ni feas.

100% recomendable, de verdad.

¿Lo mejor?

Se disfruta tanto que lo de menos es el resultado final. Y si añadimos el descanso para el té verde japonés acompañado de pastas y las discusiones acerca de si es sumi-e o si es acuarela... Un 10!!!



El juego de la orquídea. 2016.
Este trabajo de fin de curso se va a explorar mundo,
para participar en una exposición colectiva de sumi-e y caligrafía japonesa
en Julio de 2016, en Japón

Ranas. 2016.
Trabajo de fin de curso
montado sobre panel de madera.

1 comentario:

Tu opinión cuenta. Muchas gracias por tus palabras.