martes, 23 de junio de 2015

Génesis de Sebastião Salgado


Con la excusa de la #nocheenblanco el sábado pasado me acerqué a Caixaforum Zaragoza a ver las exposiciones El color del mar de Sorolla y Génesis de Sebastião Salgado. Sorolla me gustó. Pero Salgado me dejó con la boca abierta y con muchas ganas de más. De ver más fotos y de hacer más fotos.




Génesis es una exposición no sólo impresionante por su contenido, sino muy bien expuesta. Una de esas exposiciones en las que no se echa de menos una mejor organización o una iluminación que no interfiera en la lectura de las obras. Génesis se adapta a la perfección al espacio y te traslada a otro (aunque sea nuestro) mundo a través de un recorrido elegante y sobrio, con una equilibrada utilización del color y la palabra escrita.

La exposición se estructura en cinco espacios. Cinco zonas geográficas, temáticas, conceptuales. Los confines del Sur, Santuarios, África, Las tierras del Norte y La Amazonia y el pantanal sumergen al espectador en un mundo primigenio y grandioso, y (por qué no decirlo) aterrador. Es aterrador porque es salvaje e incontrolable, y es aterrador porque cada vez queda menos de él. Un mundo infinitamente hermoso y puro en el que no existe el whatsapp ni la tecnología móvil y en el que no se echan de menos. Un mundo en el que resultaría absurdo consultar cada día el correo electrónico, buscar un enchufe o encender una bombilla.




Un mundo de contrastes, de asombro y de sutileza. Pingüinos que saltan al mar desde un bloque de hielo, paisajes inmensos, árboles milenarios, pueblos y costumbres ancestrales, agua, arena, niebla..., cocodrilos al acecho, ballenas, albatros.





Un mundo que se muestra a través de fotografías en un blanco y negro cuidado y cargado de matices que aparta cualquier distracción para quedarse en la esencia y mostrarnos únicamente lo que debemos ver. La forma, la grandeza, el mensaje. Las luces y las sombras.




Una exposición imprescindible.




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