jueves, 8 de agosto de 2013

Juego de espías


Abre una rendija de la puerta. Asoma el ojo. Comprueba que soy yo y me deja pasar.
—No le digas nada a Jorge —me susurra al oído, con las manos en forma de cueva.
— ¿Nada de qué?
—No lo sé. Pero tú no le digas nada.


Casa de las Conchas, Salamanca, 2012

1 comentario:

  1. yo no estaba, pero me acuerdo . . .
    Escribe de una vez un libro, con muchas páginas, muchas.

    ResponderEliminar

Tu opinión cuenta. Muchas gracias por tus palabras.