DETENER EL TIEMPO:
—Señor Cronos, ¿verdad?
—Sí, soy yo.
—Tiene usted que venir con nosotros.
—Cómo.
—Está usted detenido. Tiene derecho a guardar silencio. Tiene derecho a un abog…
—Pero...
—Se le acusa del titubeo del segundo 32, minuto 11, hora 24 de ayer noche, con el consiguiente acortamiento del segundo 33, mismos minuto y hora.
—Espere. Quién va a encargarse ahora de…
—Ah, eso. No es asunto nuestro, señor. Vamos, dese prisa.
Salamanca. 2012. |
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