Las Fiestas del Pilar, a veces, nos saturan. ¿Por qué no probar a quedarnos con lo "pequeño"?
Yo me quedo con las flores, con la cara de sorpresa, con el berrinche de un niño, con baturras que siguen jugando a mamás y a papás en la era de los videojuegos, con la tradición, con las nuevas tecnologías paseando por la ofrenda, con la interculturalidad, con las telas, con las miradas, con el baile, con los silencios.
Fotografías del 12 de Octubre de 2012. Zaragoza.